viernes, 15 de noviembre de 2019

(16A) Inocencio III, Papa

Inocencio III (Anagni, 1161) – (Perugia, 16 de julio de 1216)
Papa n.º176 de la Iglesia católica de 1198 a 1216.


INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA     

Noble de familia italiana, miembro de la familia Conti y Julio, su padre fue el conde Trasimundo de Segni. Por su procedencia estudió Teología en la Universidad de París y luego Derecho Canónico en Bolonia. Incluso antes de ser elegido papa ya era una personalidad respetable y connotada. Por esto fue nombrado Cardenal por el papa Clemente III. Tras el fallecimiento de Celestino III en 1198, Lotario de Segni (Inocencio III) fue elegido como Sumo Pontífice el 8 de enero de ese año por el Colegio cardenalicio, el cual vio más tarde satisfechas sus perspectivas para con Lotario. Parte de la gran energía que desplegó como Pontífice, se debe a haber sido un Papa inusualmente joven, no habiendo cumplido aún los 37 años al momento de su elección.


Su influencia no pasó inadvertida para nadie. Sus prédicas siempre fueron sustentadas en su propio ejemplo, su estilo de vida humilde dentro de la curia romana fue muy destacable. Además sus grandes dotes como diplomático permitieron adherir a Roma los territorios adyacentes de esta hasta Rávena, las Marcas, Ancona y el antiguo ducado de Spoleto.

Estado de la Cristiandad al advenimiento de Inocencio

El papado de Inocencio III se inició en medio de varias convulsiones sociales. En varias regiones de Europa, el Feudalismo estaba cediendo terreno a una nueva sociedad burguesa, en medio de la llamada revolución del siglo XII. A la vez, los estados nacionales se estaban fortificando, y los reyes, particularmente los de Francia e Inglaterra, se perfilaban como nuevos actores de importancia en el mapa político. En Oriente, la Cristiandad debía lidiar con la amenaza de un poder musulmán fortalecido por Saladino, que había conseguido desbancar a la Tercera Cruzada. Siendo la Iglesia católica una de las entidades más poderosas de Europa, no podía hacerse oídos sordos a todos estos sucesos.

La propia Iglesia atravesaba por un período complejo. El impulso de los cistercienses, adalides de esta durante el siglo XII, había decrecido, y nuevas doctrinas como la de los cátaros, valdenses y patarinos se estaban propagando. Era evidente que el nuevo papa debería actuar con resolución para mantener el rol de la Iglesia.

Mentalidad    

Tuvieron que ver con la mentalidad de Inocencio su origen noble y su formación como teólogo y jurista especializado en Derecho Canónico. Así, consideró que la Iglesia católica tenía la plena potestad ("plenitudo potestatis") sobre toda la cristiandad, basándose en el texto de Mateo 16,19 en que Cristo confiere las llaves del reino de los cielos a Pedro; afirmó la plena soberanía de la Iglesia incluso sobre el Emperador. Se reservaba Inocencio III intervenir en política cuando, a su juicio, hubiera razón de pecado ("ratione peccati") en el actuar de los príncipes, puesto que estos estaban para velar sólo por el bienestar físico de sus súbditos, mientras que el papa estaba para velar por la salvación de las almas, empresa ésta más valiosa que la primera en términos morales.

Para demostrar este ideario en signos prácticos Inocencio III siempre prefería ser llamado con el título de Vicario de Cristo, por lo cual a su persona le incumbía el trato de los asuntos del cielo y de la tierra.

POLÍTICA INTERNACIONAL

Relaciones con el Sacro Imperio Romano 

Las ideas hierocráticas de Inocencio se vieron reflejadas a la muerte del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Enrique VI, donde impuso su autoridad pontificia para autonombrarse como árbitro y calificador de los pretendientes al trono, aunque este anhelo había sido estampado anteriormente en su tratado “De contemptu mundi”. Sostenía que el Imperio procedía de la Iglesia no sólo "principaliter" (en su origen), sino también en sus fines ("finaliter"); por lo que, a pesar de que los príncipes electores alemanes tenían el derecho jurídico a nombrar un nuevo Emperador, esta elección debía ser ratificada por el Pontífice.

Sin embargo, su política respecto de Alemania siempre fue problemática. Promovió a Otón de Brunswick como "antiemperador" de la Casa de Welf contra Felipe de Suabia, de la Casa Hohenstaufen, pero cuando este último fue asesinado en 1206 y Otón fue coronado en Roma como Otón IV, ambos se pelearon. Recurrió entonces Inocencio III a su pupilo, Federico Hohenstaufen (Federico II de Alemania), quien a la sazón gobernaba Sicilia. Otón invadió Italia militarmente, pero debió retirarse. Federico, a la vez, invadió Alemania. El desastroso resultado de la Batalla de Bouvines, que Otón libró contra Felipe Augusto de Francia, en 1214, selló su suerte, y Federico alcanzó la corona de Alemania, sin haberse desprendido de Sicilia, lo que puso al Papa en una situación incómoda, que Inocencio no alcanzó a resolver debido a su fallecimiento.
Otras relaciones europeas    

Con respecto a Francia, Inocencio intervino en los problemas de Felipe II de Francia con su repudiada esposa, Isambur de Dinamarca. En este terreno, Inocencio consiguió convertir la hostilidad inicial de Felipe en una cooperación amistosa, que le valió su alianza contra Otón IV de Alemania. También Inocencio favoreció a Felipe invitándole a la Cruzada Albigense.

También intervino en la proclamación de Juan II Kalojan en Bulgaria.

En Castilla, este Papa declaró la Cruzada contra los almohades musulmanes, que sería organizada por el Rey Alfonso VIII de Castilla, y el Arzobispo de Toledo don Rodrigo Ximénez de Rada, con participación de tropas de los reyes Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón y Alfonso II de Portugal, así como tropas de Órdenes Militares. Se obtuvo la decisiva victoria en la Batalla de Las Navas de Tolosa (lunes 16 de julio de 1212). Los cruzados provenientes de otros estados europeos o ultramontanos, en su mayoría no llegarían a participar en la batalla, pues habían abandonado dado su desacuerdo con las órdenes de Alfonso VIII de tratar humanitariamente a los judíos y musulmanes de las localidades previamente conquistadas.

De Pedro II de Aragón, recibió ese reino en vasallaje y lo coronó rey en Roma en 1204.

En 1204 declaró nulo el matrimonio de Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla, alegando el parentesco de los cónyuges y logrando su separación.

Tuvo también una dura controversia con Juan de Inglaterra, conocido también como Juan Sin Tierra. En 1205 falleció Hubert Walter, arzobispo de Canterbury. Juan intentó nombrar un candidato, pero Inocencio decidió que tal cargo fuera ocupado por Stephen Langton, reputado teólogo de la Universidad de París. Ante la porfía de Juan, Inocencio lanzó el interdicto sobre Inglaterra en 1208, y la excomunión contra Juan en 1209. Juan resistió hasta 1213, y finalmente cedió ante los deseos de Inocencio, llegando incluso a reconocerse como vasallo de la Iglesia, como medida desesperada para evitar que los franceses pudieran invadir sus dominios (que ahora eran eclesiásticos).

Estos y otros asuntos políticos demostraron que Inocencio se sentía realmente un Rey de Reyes, con capacidad de arbitrio sobre la política europea.


Fuentes: Wikipedia, Afm Elierf
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