viernes, 15 de noviembre de 2019

(3) Los Cátaros en España: El Pirineo Catalán

Tras la eliminación de los cátaros en el sur de Francia, muchos de ellos se expandieron por Europa, y también arraigaron en España, especialmente en Cataluña.

En consecuencia a la derrota de los cátaros, por la acción de la cruzada contra ellos y la Inquisición, los restos de esta comunidad cátara, emprendieron la la diáspora, por varios países de Europa, afincándose en pequeños grupos, que pudieron sobrevivir gracias a sus dotes de comerciantes, artesanos y también su dinero.

España fue uno de los destinos de los derrotados cátaros, en Aragón, Valencia y sobre todo en Cataluña, por la similitud del idioma y por ser el pueblo catalán de carácter más liberal y abierto a todas las culturas, no en balde ha sido siempre tierra de paso e influencia, por parte de griegos, romanos, y visigodos principalmente.

El gran inconveniente desde el punto de vista histórico, ha sido la escasa documentación existente del paso de los cátaros por Cataluña, tan solo noticias aisladas, de algunos historiadores, tales como Jordi Ventura i Subirats, Esteve Albert, Pere Catalá i Roca, y más recientemente Roquebert, Brenon o Jesús Mestre i Godes, los cuales han aportado noticias interesantes de los escasos vestigios que los cátaros nos han dejado, teniendo en cuenta que la Inquisición catalana, era una de las mas activas en este territorio; Pero aun así las dificultades encontradas por los cátaros huidos, estos supieron ganarse la confianza de las gentes, y sobre todo ser muy cautos en lo referente a llamar la atención, adquiriendo las costumbres y formas de vivir de cada población, sin tener que abandonar sus prácticas religiosas.

Tenemos el ya descrito y trágico paso del último “Perfecto” cátaro Gillem Belibaster, desde Tolosa hasta Morella, en donde existió una importante colonia cátara, tejedores, cambistas y comerciantes en general.

Aunque en un principio el rey Jaime I, contemporizó con los cátaros, posteriormente se vio presionado por la Inquisición, convenciéndolo para perseguir la herejía cátara, y donde jugó un gran papel el jurista dominico Raimundo de Peñafort, apoyando a la Inquisición, en contra de los cátaros.

Juegan un gran papel en Castellbó por su afinidad cátara el Vizconde Arnau, hermano de Esclaramunda de Foix casada con Ramón Niort, de mucha influencia cátara en la ciudad de Foix, por tal motivo el Obispo de la Seu d’Urgell, enemigo acérrimo de los cátaros , promueve un proceso inquisitorial contra Arnau, su hijo Guillem Ramón Josa, junto con su hija Ermenssenda, culminando dicho proceso en la iglesia de Santa Catarina de Barcelona, por lo que ordenó el obispo exhumar los cadáveres de todos ellos, quemando públicamente sus restos.

Un hecho curioso es que no existieron en Cataluña, mujeres con el rango de “Perfectas”, puesto que el catarismo no arraigó lo suficiente, como sucedió en Occitania, al existir una atenuada cohesión entre los cátaros, al ser unas comunidades, ya de por sí débiles, y llamadas a desaparecer en poco tiempo

Existió un núcleo cátaro en Ciurana (cerca de Girona), donde celebraban sus ritos de la religión cátara, e incluso con el Perfecto Guillem de San Melé, se reunían semanalmente en la Iglesia de Sant Pau del Camp de Barcelona.

Otras colonias de los cátaros , se instalaron en Tortosa, Prades, Cornudella del Montsant, Arbolí, La Seu, Gósol, Josa, Tor de Querol. Visitable por el viajero es la Torre del Castillo de Gósol, y el impresionante castillo roquero de Morella del siglo XIII, situado sobre la “Mola” de origen íbero, con reformas hechas a través de los siglos, en el centro de su castillo se conserva un aljibe de la época romana, es notable la Torre de la Pardalea, la mayor importancia de Morella, se debe sobre todo a las guerras carlistas del siglo XIX, al estar inmerso en las luchas desarrolladas de su entorno, puesto que los cátaros, no utilizaron Morella como baluarte de resistencia militar, por el contrario, fue quizás el asentamiento, más seguro y prolongado que pudieron encontrar, debido a su lejanía con Francia.

La ruta de los cátaros nos llevará por los caminos que estos siguieron durante su migración en su exilio de Francia. En esta ruta podemos contemplar los vestigios de la historia medieval y del catarismo.

La ruta comienza en Lérida, desde donde nos desplazaremos a Solsona para visitar el Cementerio Modernista de Sant Esteve d’Olius, que nos mostrará su bella cabecera y juegos de formas. Una vez lleguemos a Solsona, la Catedral será nuestra siguiente parada obligatoria. En ella se unen los estilos románico, gótico y barroco, además del Museo Diocesano.

La siguiente ciudad a la que nos desplazaremos será Ripoll, cuña de Cataluña. En esta bella ciudad visitaremos el Monasterio de Santa María de Ripoll y su extraordinario pórtico. Tras esta breve visita, nos podemos escapar a Berga, donde nos encontraremos con un maravilloso centro histórico y varios edificios medievales. Visita imprescindible: el Santuario de Queralt, desde podemos apreciar toda la comarca.

Otras visitas recomendadas son la iglesia de Sant Quirze de Pedret y el Museo de las Minas de Cercs. Al terminar, podemos acercarnos a Bellver de Cerdanya, en el que también encontramos un interesante barrio antiguo, con edificios de piedra y una preciosa plaza mayor. Nuestra última visita será a Bagá, un pueblo medieval que se caracteriza por albergar el Centro Medieval y del Catarismo. Aquí podremos conocer un poco más sobre la historia de los Cátaros.


Fuentes: Wikipedia, Afm Elierf, loscatataaros.com, tuscasasrurales.com
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